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La familia de Gustaaf Deloor recibe entusiasmada los primeros ejemplares del libro sobre su vida

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Eneko Garate, editor de Libros de Ruta, hace entrega de un ejemplar del libro a Roza Buys, viuda de Gustaaf Deloor

Con varios ejemplares recién impresos bajo el brazo del libro Gustaaf Deloor, de la Vuelta a la luna, y escrito por Juanfran de la Cruz, Libros de Ruta se acercó el pasado fin de semana a Amberes, en cuyas cercanías nació Gustaaf Deloor y reside actualmente su familia, coincidiendo además allí con la salida de la Vuelta a Flandes. En un encuentro muy emocionante, la viuda de Gustaaf Deloor recibió el primer ejemplar de manos de su editor Eneko Garate. Se encontraban también presentes en dicho encuentro su hija Jeanette Deloor y su marido Nick, así como el periodista Eric De Keyzer y su esposa Chris, cuya ayuda ha sido muy importante para poder documentar la vida del gran campeón belga. Ejerció de anfitrión del encuentro Raf Van Ransbeeck, otro vecino de la localidad natal del ciclista, De Klinge, en cuyo barrio español Spaans Kwartier nació curiosamente Gustaaf Deloor, y que formó junto a Eric De Keyzer un Comité La Vuelta Deloor para rendirle homenaje en el año 2010, cuando se cumplieron 75 años de su primera victoria en la Vuelta, y para mantener viva la memoria del ciclista flamenco.

El encuentro sirvió para agradecer a los allí presentes la ayuda que han proporcionado a Juanfran de la Cruz y a Libros de Ruta en la edición de este libro, así como para seguir avanzando en la futura publicación del libro en Bélgica, que cada vez parece más cercana a la vista del interés que ha suscitado. La familia también agradeció el trabajo realizado y se mostró encantado con el resultado. Curiosamente, algunas de las fotografías rescatadas para el libro de la Biblioteca Nacional Española, de la Francesa y de otros archivos no eran conocidas por su familia. Roza Buys, con una gran memoria a pesar de su avanzada edad, compartió con nosotros muchísimos recuerdos de su marido y también de su cuñado Alfons, también ciclista. 20 años más joven que su marido, Roza no siguió directamente la carrera deportiva de ninguno de los dos, pero conoce al detalle sus gestas, tales como copar las dos primeras posiciones de la clasificación general individual de la Vuelta a España 1936.

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Roza Buys y Jeanette Deloor observando las fotos del libro, ante la atenta mirada de Eric De Keyzer, la persona que documentó su vida y cuya ayuda ha sido indispensable para publicar este libro

Gustaaf Deloor es un nombre imprescindible para entender la historia de la Vuelta a España. Fue el vencedor de las dos primeras ediciones de la Vuelta, en 1935 y 1936. El ciclista belga es, sin embargo, un completo desconocido para la mayoría. Compitió junto a su hermano Alfons en las más grandes pruebas ciclistas europeas, aunque era la ronda española su preferida. El libro repasa con todo detalle esas dos primeras ediciones de la Vuelta a España, asi como otras destacadas actuaciones de Deloor en las pruebas más importantes del mundo. Pero va más allá de su vida como deportista. Truncada su carrera deportiva por la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial, Gustavo (como le llamaba la prensa española de la época), luchó en el ejército belga contra los nazis, aunque cayó prisionero y terminó en un campo de concentración. Una vez liberado, emigró a América y rehízo su vida como mecánico en los Estados Unidos, llegando a trabajar en el proyecto Apolo que llevaría la primera misión tripulada a la luna. El 27 de marzo se puso a la venta este último libro editado por Libros de Ruta, que es además la obra ganadora del II Certamen de literatura ciclista «Un libro en ruta», escrita por Juanfran de la Cruz.

El libro, que consta de 200 páginas (32 de fotografías), ya está a la venta tanto en la página web de la editorial como en las principales librerías. Será presentado formalmente el próximo 12 de abril en Madrid.

El Afilador Vol. 2 sigue explorando en la historia de la Vuelta a España

Ciclismo en ruta El Afilador Juanfran de la Cruz Libros de Ruta Nuestros libros Vuelta a España  El-afilador_vol_2_web_3d El Afilador Vol. 2 sigue explorando en la historia de la Vuelta a España De la misma manera que lo hiciera en El Afilador Vol. 1, el periodista Juanfran de la Cruz vuelve a fijarse en la Vuelta a España para escribir el reportaje que publicamos en El Afilador Vol. 2. Si en el primer número se fue hasta la prehistoria de la gran ronda por etapas española (no en vano, analizó diversos intentos realizados en los años 20 del pasado siglo para poner en marcha una Vuelta a España a semejanza del Tour vecino), en el 2º número de El Afilador, Juanfran de la Cruz se centra en la primera Vuelta a España de la etapa moderna. La Vuelta de 1979.

El periodista extremeño, un estudioso de la historia de la Vuelta a España, también ha escrito una biografía sobre el belga Gustaaf Deloor titulado «De la Vuelta a la luna». Gustaaf Deloor, un nombre casi desconocido, fue el vencedor de las dos primeras ediciones de la ronda española. Este libro, ganador del II. Certamen de Literatura Ciclista «Un libro en ruta», será editado el mes que viene por Libros de Ruta. Mientras tanto, os dejamos con unos extractos de «La Vuelta del milagro», el mencionado reportaje sobre la Vuelta de 1979 que hemos publicado como parte de El Afilador vol. 2:

Y llega el 27 de enero. Aquella jornada del primer mes de 1979 resulta un día aciago para el mundo del ciclismo. El diario El Correo, el mismo rotativo que había rescatado la Vuelta en 1955 con un presupuesto de seis millones de pesetas1, el mismo periódico que la apuntaló en el calendario internacional, que la sostuvo con todos sus bríos, que la mimó con la pasión de las carreteras vascas y la convirtió en la tercera grande, porque así fue y su dinero costó el lograrlo, informa en sus páginas que se ve obligado a desentenderse de su organización. Al menos, temporalmente. La renuncia no es un capricho. Eso se esgrime. Pero lo cierto es que la Vuelta amenaza con derrumbarse. El anuncio es de calado y la agencia EFE se hace eco de una noticia que al día siguiente aparece en una amplia mayoría de medios impresos, generalistas o especializados. No es para menos. Es la Vuelta a España, una referencia del mundillo del pedal. En otros tiempos más recientes, esa dejación hubiera sido carne de trending topic. Seguro. La información conmociona por tratarse de la protagonista de la que se trata. Una competición de primer orden. “Por ambiente y organización, la Vuelta a España ha alcanzado un nivel similar al del Tour”, que la bendice tiempo antes el mítico periodista francés Gastón Benac2. Para colmo e inoportunismo la renuncia llega en el año en el que la carrera va a alcanzar sus bodas de plata bajo la tutela de El Correo. Y con el comienzo de su disputa a la vuelta de la esquina. El calendario internacional dice que el 24 de abril debe iniciarse la carrera. Faltan menos de tres meses. Dramático. No hay tiempo.

A ojos de muchos, la renuncia es inevitable. Por muy previsible. El propio Javier de Dalmases se extraña unos días antes por el hecho de que en años anteriores ya se conocía el trazado de la siguiente edición a estas alturas de calendario. Al periodista catalán le mosquea ese silencio reinante ya entrados en 1979. Es un silencio sintomático. Cuanto menos. Pero los sinsabores no saben ni de guarismos ni de diálogos.

(…)

Cuando El Correo Español-El Pueblo Vasco anuncia, ese 27 de enero de 1979, que renuncia a organizar la Vuelta Ciclista a España está produciéndose un punto de inflexión en la historia de la carrera. De primeras el panorama es el más negro de los posibles, pero acabará alimentando el advenimiento de una nueva época. Un nuevo ciclo. Sí, la Vuelta sabe mucho de momentos, de períodos, de fases. Es ciclismo. Sabe de etapas. Es la más joven de las tres grandes y sin embargo no menos rica en historias y prehistorias que los centenarios Giro de Italia y Tour de Francia. Esa renuncia nos acerca al desembarco de los hermanos Franco, Enrique y Tito, y de Felipe Sainz de Trápaga. Estamos a las puertas de la Vuelta gestionada por Unipublic. Durante los primeros años, en colaboración con un Comité de Organizaciones Ciclistas creado por la Federación Española precisamente en este 1979. A partir de 1985, de forma exclusiva.

El desistimiento de El Correo sorprende tanto como alarma. Y alimenta muchas reflexiones. Antonio Vallugera, el notable periodista catalán (de origen aragonés) especializado en ciclismo, muestra sus reticencias en las páginas del medio que durante años fue el principal competidor de El Correo y, en cierta manera, el que con esa rivalidad estimula en su día la puesta en marcha de la Vuelta en aras de incrementar las audiencias. En las páginas de la Gaceta del Norte Vallugera escribe un artículo que titula “La Vuelta a España… ¿sin bodas de plata?”. Allí aborda el estado de la cuestión biciclística desde una perspectiva distinta, avalada por sus numerosas fuentes y por su gran conocimiento de los entresijos de la carrera: “Puedo asegurar que no es válida la excusa de los problemas económicos, pese a los problemas del país. Puedo asegurar que la Vuelta, con sus 40 millones de pesetas de presupuesto, está cubierta. Lo que más me duele es que no se haya dicho la verdad”.

Vallugera asegura que la organización no ha dejado de trabajar en ningún momento en la parcela deportiva, algo extraño si la economía estrangula su porvenir y se prevé una retirada. En este sentido, explica, José Luis Albéniz ha mantenido una intensa actividad en pos de asegurarse una buena participación. Esa, la concurrencia, siempre ha sido una importante labor. Ingrata. Difícil. Rodeada de negociaciones. Para cuando El Correo revela su renuncia, el bilbaíno ha contactado ya con el italiano Francesco Moser, campeón mundial en 1977, subcampeón en 1976 y 1978; y también se ha visto con el neerlandés Joop Zoetemelk y con el belga Michelle Pollentier, entre otros. Unos intercambios de impresiones y unos encuentros con nombres propios y con equipos que vienen a confirmar que la Vuelta, si bien igual no está muy viva tampoco anda en estado crítico; y también que la cuestión del dinero, hasta ese momento, no parece haber importado en exceso. Es más, cuenta Vallugera que Albéniz le ha arrancado a Moser el visto bueno para competir en la Vuelta a España y en el Giro de Italia en 1979. Otros periodistas no tienen tanta suerte. Cuando han intentado contactar con Albéniz, no han podido dar con él. En todas sus comunicaciones solo han encontrado evasivas de su secretaria o mensajes del tipo “no está, se encuentra de viaje”.

 

 

La obra «Gustaaf Deloor, de la Vuelta a la luna» del periodista Juanfran de la Cruz es la obra premiada en el II. Certamen de literatura ciclista «Un libro en ruta»

No ha sido fácil. Un total de 26 obras se presentaron a la II. edición de este certamen de literatura ciclista promovido por la editorial Libros de Ruta, de muy diferentes temáticas, géneros y estilos. Todos con la bicicleta como elemento común, pero con enfoques muy variados. Finalmente, y tal y como se recoge en sus bases, el jurado ha optado por premiar dos obras en esta ocasión.

La obra ganadora del certamen ha sido la titulada Gustaaf Deloor, de la Vuelta a la luna y presentada por Juanfran de la Cruz.  El primer premio, dotado de 2.000 euros también tendrá como premio la posterior publicación de este libro. En esta obra, su autor repasa la vida del ciclista belga Gustaaf Deloor, un corredor semidesconocido en España a pesar de haber sido el ganador de las dos primeras Vueltas a España en los años 1935 y 1936. Tras una gran labor de investigación, Juanfran de la Cruz construye un relato preciso y lleno de detalles de este gran corredor. Las dos Vueltas son, sin duda alguna, los dos mayores triunfos que consiguió durante su carrera, pero su palmarés también tiene podios en la Vuelta a Suiza o la Lieja-Bastoña-Lieja, por ejemplo.

Su vida, sin embargo, no se reduce a su carrera deportiva. Soldado durante la Segunda Guerra Mundial, terminó prisionero de los nazis en un campo de concentración. Y el ciclismo le salvó probablemente la vida en esa época, ya que fue reconocido por un oficial alemán amante del ciclismo que le encomendó tareas más amables que al resto y le dio un trato privilegiado durante su cautiverio. Una vez liberado, emigró a los Estados Unidos, donde trabajó en múltiples empresas, una de ellas proveedora de la NASA en el proyecto Apolo que llevaría a la luna a los primeros seres humanos.

Además de esta obra, Libros de Ruta ha decidido premiar con un accésit valorado en 1.200 euros a la obra titulada Una pulga en la montaña. La novela de Vicente Trueba presentada por Marcos Pereda. El proyecto presentado por Marcos Pereda es una obra de narrativa, no una biografía al uso, en el que la figura central es Vicente Trueba La pulga de Torrelavega. A través de diferentes voces y a partir de narraciones de personajes de ficción, Marcos Pereda nos acerca al primer rey de la montaña del Tour de Francia en el año 1933 y uno de los primeros ciclistas españoles en destacar en pruebas extranjeras.

Ambos títulos serán publicados por la editorial Libros de Ruta a lo largo del próximo año 2018, en fechas que confirmaremos más adelante, de la misma manera que publicamos la obra «Samuel, el ciclista de oro» del periodista riojano Nacho Labarga en el año 2015, primer vencedor de este certamen de literatura ciclista «Un libro en ruta».