‘Mi querida bicicleta’: el canto de Delibes a la pequeña reina

Con la desaparición de la editorial Miñón se marchó una de las piezas más celebradas de la la literatura ciclista en castellano. Miguel Delibes había escrito en 1988 ‘Mi querida bicicleta‘, un pequeño relato especialmente enfocado a los más pequeños de la casa que quedó huérfana de padre. La editorial Ken lo recupera ahora con un añadido muy interesante: los dibujos de la polifacética artista pamplonesa Marijose Recalde.

Breve, sencillo y delicioso, este libro -que se enmarcó en la colección de memorias ‘Mi vida al aire libre’, publicada por Destino (1989)– descubre el amor eterno del vallisoletano por las dos ruedas: cómo mantuvo el equilibrio por primera vez y creyó tener que seguir dando pedales hasta el final de sus días por no saber frenar; cómo evitaba a los guardias de joven porque, en aquel momento, se obligaba a las bicis a llevar matrícula; y sobre todo, cómo este caballito de hierro le mantuvo unido a la que luego sería su esposa, Ángeles de Castro, cuando todavía vivían separados durante su noviazgo.

Es todo un honor para nosotros poder contar en nuestra estantería con un título que se adhiere fielmente al estilo que ha marcado toda la obra de Delibes: humorístico, melancolico y transparente, pero a la vez infantil, tierno e ingenuo, desde aquel chico que imitaba a los héroes ciclistas de la posguerra sobre su artilugio hasta el que ve a su hijo Juan ganar una competición local. Estamos seguros de que os va a encantar.

El equipo de Libros de Ruta