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Juanfran de la Cruz nos habla de su libro sobre Gustaaf Deloor y la Vuelta a España

Juanfran de la Cruz Libros de Ruta Nuestros libros Reflexiones personales Un libro en ruta  20170611_102744-300x225 Juanfran de la Cruz nos habla de su libro sobre Gustaaf Deloor y la Vuelta a España Juanfran de la Cruz (Barcelona, 1979), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido el autor premiado por Libros de Ruta en el II. Certamen Un libro en ruta. Este periodista, que formó parte durante una década de la redacción del diario 20minutos, y colaborador entre otros de la Agencia EFE, el dominical El Semanal o medios especializados como Pedalier, PDL Pro o Bike a Fondo nos hizo llegar la obra Gustaaf Deloor, de la Vuelta a la luna, en la que repasa la vida del ciclista belga ganador de las dos primeras ediciones de la Vuelta a España.
A la espera de que esta obra se publique en el primer trimestre del 2018, le hemos entrevistado para que nos hablé de su obra y también sobre la Vuelta a España, carrera de la que es un gran conocedor y al que ha dedicado muchas horas de investigación.

¿De dónde surge la idea de hacer este libro?

La figura de Gustaaf Deloor siempre me llamó la atención. No sabría decirte un motivo concreto. Supongo que más que por un hecho puntual todo viene de un proceso de años. Siempre me interesé por las prehistorias de la Vuelta a España, los amagos y envites previos a su nacimiento en 1935. Una historia apasionante, no especialmente conocida, pero que viene ya a bautizar la idiosincrasia de la Vuelta a España. El siguiente paso necesario en esa inquietud por los primeros tiempos de la carrera es Gustaaf Deloor. Y poco a poco vas indagando. Descubriendo. Curioseando. Sobre 2015, mientras andaba documentando un proyecto sobre el ciclismo en Extremadura que ha visto la luz recientemente, profundicé en algunos episodios deportivos del belga. Ese año se cumplían ochenta años de su primera victoria. Pero no encontré muchos guiños onomásticos. Fue un aniversario que pasó por el anonimato. Algo cruel, así lo pensaba, para con todo un primer ganador. Impensable con Luigi Ganna o Maurice Garin. Son tiempos los nuestros en los que homenajes y liturgias no son ajenos en el ciclismo profesional. En ese momento intensifiqué mi atención e inicié unas investigaciones más específicas. Y todos los caminos me empujaban hacia una vida más que interesante: esa experiencia bélica, ese intenso vínculo fraternal con Alfons, ese éxodo a los Estados Unidos, esa vinculación a la misión del hombre a la Luna…

¿Cuál ha sido el proceso de documentación y redacción de este libro?

La obra se sustenta sobre muchísimas horas de hemeroteca. Realmente no las podría cuantificar.  Ni tampoco me lo había planteado. Muchas, muchas… Prensa española, también francesa, belga e italiana… Al fin y al cabo el objetivo pasaba necesariamente por todo ese proceso. Y que se disfruta, porque las hemerotecas son lugares apasionantes. De forma paralela han sido fundamentales los testimonios de Eric de Keyzer o de dos familiares de Gustaaf, su viuda Roza y su hija Jeanette. De Keyzer fue el impulsor de los únicos fastos que ese año rememoraron a Gustaaf Deloor, y también a su hermano Alfons. En De Klinge, Bélgica, se descubrió una escultura urbana y se renombró una plaza. También se organizó una exposición sobre la dimensión deportiva de los Deloor y en algunas publicaciones aparecieron artículos sobre su figura. De Keyzer es el custodio de todo ese patrimonio de la historia de este deporte y su ayuda ha sido fundamental en esta aventura. Estoy muy agradecido y esa confianza supone toda una responsabilidad.

¿Qué es lo más sorprendente que has descubierto o crees que más sorprenderá a los lectores?

Gustaaf protagonizó un extraño incidente de aduanas en un puesto fronterizo entre Francia y Bélgica. Para mí fue un descubrimiento fascinante, me impactó. Fue noticia destacada en varios periódicos franceses. Y también en España, aunque días después, el eco de la prensa en aquellos tiempos. Si tuviera que avalar una sorpresa yo apostaría por ésta; pero en la obra también se recuperan otros pasajes de su vida que me parecen no menos sorprendentes. En toda su globalidad, en su vertiente deportiva y en su lado más humano, la vida de Gustaaf Deloor es impactante. Digna de guión.

¿Por qué crees que hay tan pocas cosas publicadas sobre la Vuelta a España?

Quizá por las idiosincrasias de la carrera y de su contexto, simplemente no había llegado el momento de que floreciera esta vertiente. Las prioridades eran otras. Y no se habían estimulado estas inquietudes. Es cierto que con respecto al Tour de Francia o el Giro de Italia la literatura de la Vuelta es mínima. Durante muchísimos años con apenas dos grandes obras, y las dos nacidas en 1985, año en el que se cumplían los 50 del nacimiento de la carrera. Ángel María de Pablos, por un lado, y Chico Pérez y Adrián Guerra, por el otro, firmaron dos iniciativas inéditas que  han tenido poca continuidad a través de pequeñas publicaciones de índole diputacional, centradas en ámbitos geográficos muy concretos tanto en lo temático como en la difusión… A día de hoy, yo diría que la obra de referencia es ¡Viva la Vuelta! de Lucy Fallon y Adrian Bell, editada por Cultura Ciclista. Me consta que esta editorial estaba trabajando en un volumen monográfico de fotografías inéditas. Los recuerdos visuales es un campo donde la historia de la Vuelta está por dibujarse. La memoria del blanco y negro existe, pero esparcida en artículos, volúmenes regionales o autonómicos o publicaciones especializadas… El acercamiento editorial al fenómeno de la Vuelta tiene muchos enfoques posibles, algo que se aprecia en el mercado anglosajón, en el belga o en el neerlandés. Y muchos están por estrenarse. Las recomendables memorias de Fernando Astorqui, Mi Vuelta, son un avance en esta dirección. Estoy convencido de que esta internacionalización que está viviendo la ronda española en los últimos años, esa apertura al mundo anglosajón en la que Chris Froome ha sido un embajador fundamental, tendrá sus efectos en el este campo. Miradas foráneas se acercarán a la Vuelta siguiendo el camino de Fallon y Bell.