Cuando Lille abre el verano. ¡Llega el Tour de Francia!
El verano ciclista empieza cuando lo hace el Tour. Ni antes ni después. Y este año, el banderazo de salida será el 5 de julio, en Lille, capital del norte de Francia y puerta de entrada a un mes de curvas, ataques, gestas, caídas, crónicas y televisión encendida desde la sobremesa hasta la llegada. Si en 2023 salimos de Bilbao y en 2024 lo hicimos de Florencia, este 2025 el Tour vuelve a casa. Pero lo hace a lo grande, en un terreno que respira ciclismo desde hace más de un siglo, con la sombra de Roubaix a pocos kilómetros y el viento como juez desde el primer día.
La primera etapa será llana, sí, pero no por eso tranquila. A los equipos no les gusta hablar de abanicos antes de tiempo, pero todos los directores lo saben: la región invita a la tensión. No hay puertos, pero sí riesgo. El Tour, como siempre, empieza con las cartas marcadas y la incertidumbre en el aire.
Luego vendrán los días de montaña, las cronos (una individual en Normandía, otra cronoescalada en Peyragudes), las llegadas míticas, el calor, los Pirineos, el Mont Ventoux, los Alpes. Y el París final, que volverá este año a su lugar tras la escapada olímpica de 2024. El recorrido tiene de todo: para los sprinters, para los escaladores, para los que saben sobrevivir y para los que no perdonan un segundo cuando el reloj manda.
Lo esperaremos todo: los ataques de Pogacar, la recuperación de Vingegaard, el estreno de Evenepoel, la rebeldía de Roglič, los intentos de los jóvenes y las estrategias de los veteranos. Pero también buscaremos otra cosa, más difícil de ver en directo: el sentido. El contexto. Lo que conecta este Tour con los cien anteriores. Lo que hace que esta carrera no sea solo la más importante, sino también la más rica en historia.
Y ahí es donde entra el libro que queremos recomendarte este mes.
Un libro para pedalear con la cabeza
Crónicas sobre ruedas. El Tour de Francia es el título. Lo firma Jesús Gómez Peña, periodista que ha cubierto veinte ediciones del Tour desde dentro, desde la línea de meta, desde los parkings de los equipos, desde la trastienda donde también se construye la leyenda. El libro reúne cien historias breves, textos publicados originalmente durante el Tour de 2023, cuando la carrera partió de Bilbao y El Correo le encomendó la tarea de acercar la historia del Tour a sus lectores.
Y vaya si lo hizo.
Lo que tenemos ahora entre manos es una recopilación cuidada, pulida, editada y estructurada para que puedas leerla cuando te apetezca. Cada texto ocupa dos o tres páginas. Puedes abrirlo por donde quieras. No hace falta leerlo del tirón. Funciona como lectura de fondo para el mes de julio: una historia cada mañana, una crónica cada tarde, una gesta antigua para acompañar la etapa que estás viendo.
Lo que el Tour fue… y lo que sigue siendo
El libro no pretende ser una enciclopedia ni un ranking. Tampoco una hagiografía de leyendas. Es, más bien, una celebración narrativa del Tour, un viaje emocional que recorre más de 120 años de ciclismo. Aparecen todos los nombres que deben aparecer —Garin, Anquetil, Merckx, Bahamontes, Induráin, Pogacar…— pero también secundarios entrañables, gregarios olvidados, directores, fotógrafos, aficionados y episodios que rozan lo increíble.
Porque el Tour, si algo ha sido siempre, es una novela por entregas. Y Crónicas sobre ruedas la escribe a su manera: con la prosa de quien ha visto mucho, pero aún se sigue emocionando.
Para leer durante el Tour
Te lo decimos así de claro: este libro es perfecto para acompañar el Tour que empieza en Lille.
Mientras la televisión nos lleva por Normandía, puedes leer sobre los primeros Tours del siglo XX. Cuando el helicóptero sobrevuela el Mont Ventoux, puedes detenerte en la historia de Tom Simpson. Cuando veas a Pogacar atacar en un puerto alpino, puedes recordar cómo atacaban Hinault o Pantani. Leer así no es mirar atrás con nostalgia, sino ampliar lo que estás viendo. Darle más capas a lo que pasa hoy.
Y no solo para ti. Es el tipo de libro que puedes recomendar con facilidad a ese amigo que solo ve ciclismo en julio o a tu padre, que aún recuerda a Ocaña. Incluso para alguien que no sea ciclista pero que disfrute de una buena lectura de verano.
No hay Tour sin historias
Cada año hay un ganador, un podio, una foto en París. Pero los que seguimos el Tour de verdad sabemos que lo mejor está en lo otro: en las etapas que se pierden por segundos, en los nombres que casi nadie recuerda, en la fuga que nadie quiso seguir y acabó con gloria. En las gestas imposibles, en los desfallecimientos dramáticos, en las entrevistas con sudor y las lágrimas bajo la visera. Eso también lo recoge este libro. No lo hace desde fuera. Lo hace desde dentro. Con mirada de periodista y alma de contador de historias.
Si este julio vas a ver el Tour, lleva este libro al lado. En la mesilla. En el sofá. En la alforja. Si no vas a ver el Tour, léelo igual: revivirás un siglo de ciclismo en cien pequeñas dosis, sin necesidad de conectar la televisión.