

Esta es la historia de un ciclista diferente, de una figura irrepetible, carismática, imperfecta y genial.
En 1983, el ciclismo español se encontraba en un coma profundo: la secreta línea de continuidad que llevaba de Trueba a Fuente y Ocaña, pasando por Berrendero, Ruiz, Loroño, Bahamontes o Jiménez, se había roto. Con la retirada del conquense y del asturiano, con la decadencia del legendario Kas, con la ausencia cada vez más notable de ciclistas hispanos en las carreteras del Tour, una de las tradiciones más ricas de este deporte se había quebrado. Evidentemente, hubo excepciones. Pero, en general, todo era un páramo. Un larguísimo túnel del cual Pedro Delgado salió como una centella.
«¿Qué se te ha perdido a ti en el Tour? —le preguntaban a José Miguel Echavarri, director deportivo, en las vísperas de julio de 1983—. Si allí no tienes nada que ganar, si no vais a terminar ninguno». Y Echavarri callaba. Sonreía.
Esta es la historia de un ciclista diferente, de una figura irrepetible, carismática, imperfecta y genial. Es la semblanza de un momento en la historia de España, de un instante en el que todo un país aspira a imaginarse otro, en el que tantas personas se dejaron seducir por un deportista de sonrisa fácil y gesto carismático. Una leyenda.
Marcos Pereda nació en Torrelavega en 1981. Primero fue un niño, más tarde creció y ahora vuelve a ser un niño. Ha trabajado como negro literario, pero prefiere no hablar de ello porque era joven e inocente. Escribe en sitios como Jot Down, CTXT, Conquista Magazine o Soigneur, publicaciones de tanto prestigio que incluso han podido sobrellevar su presencia. También tiene algunos libros raros y otros sobre bicicletas, como “Arriva Italia” , “Periquismo. Crónica de una pasión” o "Una pulga en la montaña. La novela de Vicente Trueba". Su publicación más reciente es BUCLE, que recoge las mejores crónicas que Marcos Pereda escribió sobre el ciclismo estos últimos años, muchas de ellas aún inéditas en España. A veces le han dado algún premio, pero le va fatal la memoria para estas cosas. Un año estuvo a punto de ganar la Carrera del Pavo de su club, pero un fatídico pinchazo acabó con sus sueños de gloria. Nunca ha logrado superarlo.
Muy buen libro, crónica de una época (los 80) muy interesante en el aspecto político-social y deportivo.
17/01/2019
PERIQUISMO
Muy bueno.
Marcos Pereda un crack